lunes, 15 de noviembre de 2010

Incentivar los objetivos

En todas las organizaciones es importante incentivar los objetivos, la creatividad, la innovación y la dedicación. Para ello se han de dar tres pasos:
Reconocimiento: si personal de la organización ha realizado un buen trabajo es justo que se le premie.
Ejemplo: el incentivo muestra al resto de trabajadores qué es lo que se espera de ellos, cuales son los niveles considerados excelentes.
Motivación: los empleados, basándose en los anteriores puntos, intentarán mejorar para alcanzar este premio.

Para que el premio obtenga los resultados esperados debe tener ciertas características:
Justo: hay que premiar a quien realmente lo merece. Debe ser visto como objetivo por el resto de empleados, no dando lugar a favoritismos. Premiar de forma subjetiva hace que el premio pierda valor y genere confusión entre los trabajadores. No se fijará el comportamiento requerido para que los empleados puedan obtenerlo y puede dar lugar a agravios comparativos.
Transparente: El otorgamiento del premio debe hacerse de forma que no le quepa duda al resto de trabajadores de su justicia, comunicando desde dirección los motivos por los que se ha dado.
Inmediato: se tienen que conceder lo antes posible, una vez que la acción premiada ha tenido lugar, para que no se olvide y no se generen dudas. Los empleados deben reconocer que igual que la dirección exige, también reconoce y premia.
Generoso: el premio debe ser atractivo, pero no excesivo. Tiene que motivar a los empleados, que quieran conseguirlo. Y nunca debe considerarse como “poco” o “insignificante”.
Público: los empleados deben conocer cuándo se da un premio y el por qué para que conozcan el ejemplo y las motivaciones. Tienen que saber cómo pueden conseguirlo.

Para finalizar, el premio debe ser algo excepcional, no demasiado frecuente, ya que de lo contrario perdería su valía.

4 comentarios:

  1. Me parece correcto, le voy a decir a mi jefe que me gusta el jamón, para que se acuerde en la cesta de Navidad. ja ja ja.

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  2. Creo que la gente siempre valora un regalo, un oncentivo, un detalle...por muy pequeño que pueda ser. De hecho, no tiene porque ser material, aunque siempre parece más fácil, no?

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  3. Cuando se habla de un incentivo a empresas no se cuestiona el valor material, si no aquello que realmente motiva a quien lo recibe. Cada persona es un caso diferente.

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  4. Muy cierto, si somos generosos con las personas que tenemos a nuestro cargo veremos como el trabajo se hace mucho mejor, es cuestión de confianza

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